mié 10 Jul 2019

Violencia de género: el Observatorio realiza mediciones para desarrollar sus políticas públicas locales

Por Arq. Magdalena Sierra Diputada de La Nación por la Provincia de Buenos Aires FpV-PJ Presidenta (ad honorem) del Observatorio Social de Políticas Publicas

La violencia no es anónima. No son anónimas las victimas ni los victimarios. La violencia se ejerce sobre cuerpos, vidas e historias no solo de quienes son sujetos vulnerados directamente, sino de las familias y de toda la sociedad porque cuando una mujer es violentada, el machismo se fortalece.

Por eso en Avellaneda comenzamos a realizar estudios desde la Dirección de las Mujeres del Observatorio Social de Políticas Públicas. Así como indagamos en otro trabajo sobre la violencia obstétrica a la que fueron sometidas las mujeres[1] que participan del Programa “De Avellaneda desde la panza”, en esta oportunidad nos interesó indagar sobre las características sociodemográficas de las mujeres en situación de violencia que asistieron a la Dirección, como así también datos sobre los tipos de violencia, cantidad de hijos/as, indicadores de riesgo, entre otros. Los datos recabados permiten diseñar medidas y acciones que impulsen a mujeres a verbalizar su situación de manera más rápida e inmediata, disminuyendo así las consecuencias de la violencia de género.

En cuanto a los datos sociodemográficos es importante destacar que 6 de cada 10 personas en situación de violencia que asistieron a la Dirección General de las Mujeres tienen entre 17 y 40 años y un promedio de edad de 37 años.

El 95% de las personas en situación de violencia tiene hijos/as, en su mayoría menores de 18 años, este es un indicador de riesgo ya que se incrementa la vulnerabilidad de las mujeres y los/as niños/as y adolescentes involucrados. Respecto del tipo de violencia, 7 de cada 10 mujeres sufrió violencia física (según Ley 26.485), asimismo entendemos la violencia psicológica y simbólica se encuentran presentes en todas las modalidades de violencia. En relación a las modalidades de violencia, un 98% correspondía a violencia doméstica, mientras que un 1,3% a violencia laboral, el 0,7% restante se encontraban las modalidades obstétrica e Institucional.

Con relación al vínculo con el agresor, el 8 de cada 10 eran parejas o ex parejas. De los relatos analizados, surgió que el 28% de las mujeres vivían con el agresor, constituyendo un factor de riesgo tanto para la persona como para sus hijos/as (en caso que los/as hubiera). Otro indicador relevante al momento de analizar los factores de riesgo que inciden en las situaciones de violencia son las medidas de protección, 6 de cada 10 personas en situación de violencia que se acercaron a la Dirección no presentaban medidas y manifestaron que nunca las habían tramitado, mientras que el 31% tenía medidas de protección vigentes y un 4% las habían tenido en alguna oportunidad.

A partir del análisis realizado sobre los datos sociodemográficos y la estadística sobre las situaciones de violencia, realizamos un análisis específico sobre el tiempo que tardan las mujeres en situación de violencia en verbalizarla.

Según los datos obtenidos, en relación al tiempo de maltrato, se observa que en su mayoría van entre 1 a 5 años, resultando un 35%, seguidos por situaciones de más de 10 años en un 32%. A su vez en menor medida se encuentran las situaciones de violencia entre 6 a 10 años con un 18% y las de menos de 1 año en un 15%.

Realizando un cruce de datos entre edad y tiempo que transcurre hasta que la mujer puede verbalizarlo, se observa que los mayores tiempos se sitúan en las mujeres a partir de los 40 años, ya que predomina en todas las franjas etarias (40 a 49, 50 a 59 y 60 0 más años) que el tiempo transcurrido es de más de 10 años.

Con respecto a las mujeres más jóvenes, entre 17 y 39 años, la media en tiempo transcurrido fue de 1 a 5 años, resultando en un contundente 77%. Asimismo, se destaca que para el tiempo transcurrido menor a un año también la franja etaria que predomina es de 17 a 39 años en un 63%.

En relación a la variable número de hijos e hijas y el tiempo transcurrido, se observa que cuanto mayor es el número de hijos/as, mayor es el tiempo que tarda la mujer en verbalizar la situación de violencia. Así, las mujeres con cuatro o más hijos/as, tardan más de 10 años y las que tienen un hijo/a, tardan menos de un año como así también las que no tienen hijos/as.

En base a los resultados obtenidos, desde el Observatorio Social de Políticas Públicas a través de la Dirección General de las Mujeres seguimos consolidando y profundizando políticas públicas con acciones concretas en el territorio, explicitando derechos y poniendo en valor las acciones para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, trabajando sobre la problemática con compromiso y convicción, para avanzar en la construcción de una vida libre de violencia.

[1] [1] Entiéndase el término “mujeres”, a aquellas personas que sienten subjetivamente su identidad o expresión de género mujer, de acuerdo o no al sexo asignado al momento del nacimiento, y de acuerdo a su vivencia interna e individual, incluyendo la vivencia personal del cuerpo y que puede involucrar o no la modificación de la apariencia o función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, cualquiera sea su orientación sexual, siempre que ella sea escogido libremente.

 

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