Para que reine en el pueblo, el amor y la igualdad
El sábado 12 de noviembre fue un día histórico para nuestra ciudad. Por primera vez, se celebró la 1º Marcha del Orgullo LGTBIQ+ de Avellaneda. Las calles se vistieron de igualdad, de inclusión, de colores y, por sobre todas las cosas, de amor y respeto.
Desde la Plaza Alsina, caminamos junto con compañerxs y vecinxs hasta el Parque Municipal La Estación, donde se llevó a cabo el festejo de la marcha con grandes shows musicales y el cierre de Sudor Marika.
Quiero destacar el gran esfuerzo que realizaron todxs por primera vez en esta marcha, que viene a poner en valor la diversidad de esta Patria chica que es Avellaneda. Caminar las calles y ver las banderas con consignas que reclaman más derechos nos tiene que llamar a la reflexión y a seguir trabajando para que en todo el país reine el amor y la igualdad.
Sabemos que no es fácil. Son décadas de un sistema patriarcal y heteronormativo que invalidan otras formas de amar y de desear, pero es a través de la lucha, el amor, la militancia y la organización en comunidad que vamos a desandar este camino.
“Nada grande se puede hacer sin alegría, nos quieren tristes para que nos sintamos vencidos. Los pueblos deprimidos no vencen…”, así lo dijo Arturo Jauretche y cuánta verdad hay en esas palabras. Para todes, esa tarde fue alegría, fue felicidad, fue orgullo y fue un pueblo organizado que marchó las calles demostrando que el amor no tiene género.
No son solo palabras bonitas las que decimos, sino que también son nuestras acciones las que hablan. Por decisión política de Jorge Ferraresi y, hace años desde nuestra gestión, promovemos diferentes políticas para que todos los días construyamos una Avellaneda más justa e inclusiva. Implementamos políticas con perspectiva de género que contribuyen a promover la igualdad y equidad entre los géneros, impulsando acciones para la prevención, asistencia y erradicación de la discriminación, el estigma y las violencias, en todos sus tipos y modalidades, brindando asesoramiento y acompañamiento social, jurídico y psicológico.
Es por todo esto que creo firmemente que sin un Estado presente que quiera a su pueblo, es imposible dar la batalla contra el odio, la discriminación y la exclusión.
Finalmente, quiero agradecer enormemente a la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo de Avellaneda, quienes nos hicieron entrega de una distinción por el compromiso y el trabajo que llevamos adelante desde la gestión hacia las diversidades. Es un honor recibir este reconocimiento.
Tal como lo decía Lohana Berkins, “el motor de cambio más grande es el amor”, el que libera de violencias y prejuicios las vidas diversas. Sigamos construyendo Avellaneda desde ese lugar para que todas, todos y todes vivamos mejor.