mié 25 Sep 2019

Voto femenino: 72 años de derechos y desafíos

La historia de nuestro país está llena de mujeres que han dado el primer paso para lograr la equidad. Las mujeres siempre estuvimos presentes en los hechos más importantes, pero el reconocimiento de nuestros derechos fue un largo recorrido que comenzó “en minoría”, hasta que se logró organizarse en colectivos cada vez más importantes, que pudieron dar voz a nuestros pedidos, con distintos rostros.

Voto femenino: 72 años de derechos y desafíos

Un 23 de septiembre, pero 72 años atrás, el Estado, por la decisiva influencia de Eva Duarte, asume la decisión histórica de garantizar a las mujeres el derecho al voto mediante la sanción de la ley 13.010, participando políticamente en el sistema democrático argentino, precedida por una campaña masiva en post del sufragio femenino impulsado desde el mismo Estado y con Evita como su máxima referente. Esa decisión formó parte de un conjunto de reformas estructurales que se llevarían adelante en el período 1947 -1951. No fue una medida aislada ni desconectada de un proceso de transformación política que tenía como eje la ampliación de derechos.

La importancia histórica de ese proceso, quedó plasmada en el primer discurso de Eva Duarte de Perón quien en los primeros meses del año 1947 decía “La mujer argentina supo ser aceptada en la acción. Se está en deuda con ella. Es forzoso pues, establecer la igualdad de derechos, ya que se pidió y se obtuvo casi espontáneamente igualdad de deberes (…) La mujer argentina ha superado el período de las tutelas civiles. Aquella que se volcó a la plaza el 17 de octubre, aquella que hizo oír su voz en la fábrica, en la oficina y en la escuela (…) no puede ser solamente una espectadora pasiva de los movimientos políticos. La mujer debe afirmar su acción. La mujer debe optar”.

Esta semana conmemoramos los derechos políticos de las mujeres, y podemos reflexionar como el peronismo que le dio el derecho a votar a las mujeres hace 72 años, hace 9 años también puso a la primera mujer Presidenta de la República Argentina, nuestra compañera Cristina Fernández de Kirchner.

Durante su gestión y la de Néstor Kirchner, se desarrolló un fuerte proceso de consagración de derechos e inclusión social que han tenido como resultado mayor igualdad entre los géneros. Asimismo, la participación de mujeres después de la sanción de la Ley de Cupo (1991), en forma efectiva a partir del 2003, ha acrecentado los porcentajes de participación en los ámbitos legislativos, en porcentajes que rondan el 40%, lo que nos coloca en el mundo entre los de mayor representación de mujeres. Este fenómeno trajo aparejado el tratamiento y sanción de leyes que tienen incidencia directa en los derechos de las mujeres, sólo por nombrar algunas: la implementación del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, Ley de educación Sexual, la Ley de Ligadura tubaria y vasectomía, Ley de Parto Respetado, Ley de Educación Nacional, Ley de Trata y la Ley de Protección Integral Para Prevenir, Sancionar la Violencia Contra las Mujeres en los ámbitos donde desarrolla sus relaciones Interpersonales, Ley de Matrimonio Igualitario, Ley de identidad de Género, la derogación de la figura de avenimiento y la modificación del Articulo 80 del código penal, donde se agrega el homicidio en razón de género como agravante (femicidio). En lo referente a la autonomía de las mujeres, las reformas al Sistema Previsional y la Ley de Jubilación Anticipada y Moratoria Previsional del año 2007 permitieron la inclusión de más de 2,5 millones de mujeres. Esta cobertura se complementa con otros recursos, la Asignación Universal Por Hijo y Asignación por Embarazo (AUH), el Programa Progresar para Estudiantes con 70% de mujeres, Programa ELLAS HACEN y el Fondo Nacional de Microcrédito con más de 65% de titulares mujeres. En el ámbito de las conquistas de derechos laborales, la Ley 26.844 de Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares. Todos estos derechos, nos muestran como durante doce años el Estado centró su mirada en el desarrollo, la inclusión y la igualdad, con eje en las mujeres y el territorio, desde una perspectiva de derechos, obligaciones y equidad, apuntando a la recomposición y al fortalecimiento del tejido social y el empoderamiento de las mujeres.

Nuestro desafío para los nuevos contextos es la consolidación del movimiento nacional, popular, democrático y feminista, como dice Cristina, que junto a la marea de mujeres, lesbianas, travestis y trans, que en los últimos años han inundado las calles y que emociona su fuerza y convicciones, nos permita continuar interpelando el poder y el orden patriarcal para lograr la efectiva equidad entre los géneros. Tenemos las leyes, vamos por lo hechos, durante mucho tiempo nos quisieron sumisas y como dice la frase que circula en las marchas de nuestro movimiento de mujeres “Nos quitaron tanto que acabaron quitándonos el miedo”, es nuestra hora, es la hora de hacer temblar al mundo para construir juntas y juntos una patria con igualdad para vivir y diversidad para convivir.