jue 4 Abr 2019

La muerte perinatal silenciada y minimizada es violencia

Hace más de 3 años, al conocer la experiencia traumática de Johanna, tuve la necesidad de reunirme con ella para poder abrazarla como mujer y compañera, y sostenerla para lo que debía atravesar.

A partir de la primera charla fue imposible no ser atravesada por la empatía, sintiendo tantos puntos en común entre su relato y el de todas las personas que parimos y hemos sufrido Violencia Obstétrica; pero también advertí que había algo más: un “duelo silenciado”, porque la muerte en nuestra sociedad es un tabú y una muerte perinatal interpela a todo un sistema de salud.

Se entiende por muerte perinatal aquella adoptada por la Dirección Nacional de Estadísticas de Información de la Salud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación donde se establece que el período perinatal se inicia en la semana 22ª de gestación (cuando el peso del feto es normalmente de 500 gramos) y termina cuando se completan siete días después del nacimiento.

Este tipo de muertes tienden a ser negadas, sin embargo las cifras de mortalidad perinatal no son bajas. En todo el mundo hay más de 6,3 millones de muertes perinatales al año, que en su gran mayoría ocurren en países en vías de desarrollo, y el 27% de ellos en los países subdesarrollados. En Argentina según el estudio anual demográfico realizado por Naciones Unidas en el Año 2000, el número de muertes perinatales fue de 28.000 casos es decir el 4% de los embarazos registrados. Más acá en el tiempo, los datos del Ministerio de Salud de la Nación, en 2015 (desjerarquizado hoy a Secretaría) determinaron que la tasa de mortalidad perinatal es de 11,3 por cada mil nacidos vivos en nuestro país, sin nuevos datos hasta la actualidad.

Junto a Johanna, quien sentía la necesidad de transformar su tristeza en amor y lucha, visibilizando su historia y la de su hijo Ciro para acompañar a todas aquellas mujeres que han sufrido una problemática tan dolorosa, comenzamos el camino hacia la construcción de este Proyecto de Ley de Procedimientos de Atención en la Salud frente a la Muerte Perinatal. Este es el resultado de un trabajo colectivo junto a organizaciones y profesionales vinculados/as con esta temática; porque no existe en nuestro país un protocolo de actuación que informe a los/las profesionales de la salud como desenvolverse ante la situación concreta de la muerte perinatal. Sin embargo está  reconocida como una de las experiencias más traumáticas que las personas pueden llegar a vivir y por lo general está asociada a efectos psicológicos a largo plazo.

En este proceso contamos con la mirada profesional y los aportes de La Dra. Patricia Rosemberg (Directora de Maternidad e Infancia de la Municipalidad de San Antonio de Areco), Fernanda Meques (Integrante de la Red de Psicología Perinatal), la Dra. Eliana Montuori (Médica psiquiatra psicoanalista, Presidenta del capítulo de apego, intersubjetividad y neurodesarrollo de APSA), Ana Estevanel (Médica Pediatra y Neonatóloga de la Maternidad Santa Rosa de Vicente López y Subdirectora de la Carrera de Especialista Universitario en Neonatología en la U.B.A.) y Cecilia Sanabria (Abogada, autora de Tesis sobre Muerte Perinatal y Violencia Obstétrica).

 

La muerte perinatal silenciada y minimizada es violencia

Entre los objetivos el proyecto se propone dotar a los/as profesionales de la salud que intervienen al momento del parto de procedimientos de actuación estandarizados que faciliten la atención de aquellas personas gestantes y familias que sufren de una muerte perinatal; posibilitando mediante diversas estrategias que puedan atravesar y aceptar la pérdida en un ambiente de contención y cuidado con el acompañamiento de un equipo interdisciplinario de profesionales. Facilitando la información necesaria acerca de las opciones terapéuticas, gestiones a realizar, documentación a cumplimentar y consultas sucesivas a fin de que puedan decidir sobre las diferentes alternativas.

El proyecto propone el abordaje acaecido en el deceso perinatal, de situaciones de vulneración a la intimidad, a la información y la toma de decisiones, a la salud reproductiva, etc. Es decir, no se trata solo de la violencia sufrida por la persona gestante en el momento que recibe la trágica noticia, sino de un conjunto de situaciones que van desde la internación en un lugar que se corresponda con su perdida, hasta la posibilidad de dar sepultura al cuerpo sin vida, pasando por el acompañamiento por profesionales especializados durante el proceso y demás cuestiones que hacen a la concientización y difusión de los factores de riesgo de la muerte perinatal.

Desde el campo de la psicología perinatal se sostiene que “es de relevada importancia y evidencia empírica que las interacciones desde el cuidado en los procesos de atención de la salud sexual y reproductiva en personas gestantes durante la preconcepción, gestación, parto, postparto y puerperio, condicionan e influencian en esas experiencias de vida, en su vulnerabilidad psíquica y en relación con procesos de salud mental. Con el acto del nacimiento se presenta la necesidad de una matriz de apoyo y seguridad emocional para la persona gestante y su entorno, la cual queda configurada, en primera instancia, por el equipo de salud y familiares cercanos.”

Por lo tanto, a la hora de comenzar a recorrer el camino de un duelo saludable, es necesario brindar herramientas útiles a los/as profesionales involucrados/as en la atención a madres, padres y demás familiares, que pueda ser adaptado a la singularidad de cada caso y centrando su atención en ellos/as, ya que están asustadas/os y confusas/os ante el proceso médico-familiar-personal que tendrán que atravesar y cuáles son las posibles opciones. Asimismo, esta iniciativa garantizará que se reciba la atención profesional integral, técnica y humanizada, que acompañe a elaborar el duelo de manera adecuada. También permitirá, sobre todo a la persona gestante, su autonomía, esto es, el derecho a optar  y participar sobre las decisiones de su salud sexual y reproductiva tanto en el plano físico como psicológico.

Estamos convencidas que la falta de protocolos de Atención ante la muerte perinatal, deja en evidencia la deshumanización y cosificación que reina en nuestro sistema de salud hegemónico sobre las personas en proceso de embarazo, parto y puerperio.

Llegó el momento de hacer visible la problemática de la muerte perinatal, estableciendo procedimientos médico asistenciales específicos que le otorguen a la persona gestante y a su entorno la protección jurídica necesaria a través del acceso a la información de las acciones terapéuticas, una adecuada contención, protección y trato digno. Porque llegó la hora de la soberanía de nuestros cuerpos, de que se respete nuestro derecho a poder elegir, y de contar con un sistema de salud preparado para acompañar a las personas gestantes que les toque atravesar este difícil camino.

#LaMuertePerinatalSilenciadayMinimizadaEsViolencia.

 

Arq. Magdalena Sierra
Diputada de la Nación por la Provincia de Buenos Aires
Bloque FpV-PJ
Presidenta del Observatorio Social de Políticas Públicas